En los disturbios y saqueo al Convento e Iglesia de San Francisco del 11 de Mayo de 1931, se sacaron a la Plaza todas las imágenes de la Cofradía, en donde fueron quemadas, a excepción del Crucificado.
Las tallas de la Virgen de la Soledad, San Juan y la Magdalena, fueron pasto de las llamas.
Debemos aclarar que la Hermandad solamente poseía una imagen de la Dolorosa, la Soledad, pues la que formaba parte del Calvario en el Paso del Crucificado, es una que se conserva en el Convento de las Descalzas, que la cedían para tal fin.
Se sabe que a principios del siglo XX (1905) y de forma ocasional, esta imagen estuvo cedida para ser expuesta junto al Cristo y salir en el Paso del Crucificado con San Juan y Santa María Magdalena.
En el año 1939, cuando la corporación pierde todas las imágenes (a excepción del Cristo) y enseres, sale acompañando al Señor en el mismo Paso una Dolorosa cedida para esa ocasión, que recibía culto en el Convento de los Capuchinos.
Conozca más sobre esta Dolorosa en este artículo de NHD José Luis Ruiz Nieto-Guerrero (q.e.p.d.), pinchando AQUÍ
Tras los terribles sucesos de los años 30, con la instauración de la II República y su desenlace en la Guerra Civil (1936-1939), en 1940, la Cofradía se reorganiza y comienza la reposición de los enseres perdidos.
En esas fechas se encargan las imágenes de la Dolorosa, San Juan Evangelista y Santa María Magdalena al escultor gaditano D. Miguel Laínez Capote.
Según consta en Acta nº183 de fecha 2 de abril de 1943, en el Informe del sr. Prioste, se acuerda «gestionar de un escultor de acreditada fama, la construcción de un grupo escultórico que pueda acoplarse al Cristo y de esta forma quedaría ya totalmente restablecido el Paso» (Página 166 del Libro de Actas).
Recordamos que antes de los tristes sucesos acaecidos el 12 de mayo de 1931, recién instaurada la ya comentada II República, ocurre la conocida como «quema de Conventos», en donde nuestra Hermandad, además de sus más valiosos enseres, pierde el Conjunto Escultórico que poseía (a excepción del Santísimo Cristo), de ahí que el Acta se refiera a «totalmente restablecido el Paso».
Estas imágenes formaban grupo escultórico con el Crucificado, tanto en el Paso procesional como en el Altar durante todo el año.
Fueron retiradas del culto hacia 1970 (tanto externo como interno).
A este respecto, reseñar que en sesión ordinaria de Junta de Gobierno, celebrada el día 3 de agosto de 1973, en el punto 5º del Orden del Día (3º Párrafo), se recoge literalmente:
«También se acuerda suprimir del Paso del Santísimo Cristo la Magdalena, San Juan y la Virgen, con el fin de resaltar la belleza del Crucificado, y hacer un presupuesto con lo que falta para ver que se podría comprar». (Pág. 290 del Libro de Actas)
Estas imágenes se exponen actualmente en la Casa de Hermandad, vistiendo ricos ropajes bordados del siglo XIX, que lograron salvarse en los disturbios de 1931.
La Cofradía conserva y tiene al culto una Imagen anónima del Niño Jesús, fechada hacia el s. XVIII, que se venera en la predella del retablo de la Virgen de La Soledad.
La Imagen ha sufrido malas restauraciones y repintes, desmereciendo su calidad, hasta que en la década de los 90 se llevó a cabo -esta vez sí- una transformación a sus orígenes de manos del escultor gaditano, D. Luis González Rey, devolviéndole todo su esplendor.
Cuenta con numerosos ropajes, algunos con bordados del XIX, que se han ido incrementando a lo largo del s. XX.
JMSP