Acto de Apertura de la Solemne Veneración a Nuestra Señora de la Soledad
En la mañana del pasado día 5 de diciembre tuvo lugar el Acto de Apertura de la Solemne Veneración en honor de Nuestra Señora de la Soledad, que se extenderá hasta el día 8 de diciembre con motivo de la celebración de la Solemnidad de la Pura y Limpia Inmaculada Concepción. Durante el transcurso del mismo, se llevó a cabo el acto de Bendición e imposición de una nueva Cruz Pectoral y un Broche a nuestra Titular, ambas donaciones realizadas por dos familias de Hermanos de la Corporación.
La bendita imagen de nuestra Madre, ataviada en sus vestiduras por NHD. Jaime Zaragoza Ibáñez, se encuentra bellamente entronizada sobre su peana procesional, en la que se sitúan dos candelabros entrevarales de su paso de palio, todo ello sobre tarima de madera realizada en Carpintería San Sebastián de la localidad de Puerto Real.
El repostero con los Títulos de la Hermandad se sitúa en el altar para esta solemne ocasión. El exhorno floral, consistente en dos ánforas con base de pinsapos, esparragueras y eucalipto, presenta longiflor y clavel. El mencionado exhorno ha sido realizado por NHD. Ramón Fernández Ruiz.
El Broche es de latón dorado con pedrería verde; la Cruz Pectoral es de plata chapada en oro con cristales verdes y perlas. Asimismo, la Señora luce la condecoración de Dama Hospitalaria de la Orden de Caballeros Hospitalarios de Cádiz, al ser la Patrona de la citada Orden la Inmaculada Concepción. Destacar por último el Rosario de oro y corales.
Los asistentes se dirigieron a Nuestra Señora entonando:
«Eres más pura que el sol,
más hermosa que las perlas
que ocultan los mares.
Y Ella sola entre tantos mortales,
del pecado de Adán, Dios libró.
Salve, salve, cantaban María,
que más pura que Tú sólo Dios.
Y en el Cielo una voz repetía,
más que Tú sólo Dios, sólo Dios.
Con torrentes de luz que Te inundan,
los Arcángeles besan Tus pies.
Las estrellas Tu frente circundan
y hasta Dios complacido Te ve.
Pues llamándote Pura y sin mancha,
de rodillas los mundos están,
y Tu espíritu arriba y ensancha
tanta fe, tanto amor, tanto afán.»
Del libro del apocalipsis se realizó la siguiente lectura:
«Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo
sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y
grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz. Y apareció otro
signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez
cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera
parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se
puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo
cuando lo diera a luz. Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a
todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios
y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar
preparado por Dios para ser alimentada mil doscientos sesenta días.
A continuación nuestro Director Espiritual Fray Jesús España Delgado, ofm llevó a cabo una breve reflexión que fue seguida de una Oración por parte del Hermano Mayor NHD Emilio Bienvenido Pascual.
Mientras se acercaban los atributos que iban a ser bendecidos:
«Bendito seas, Señor, fuente y origen de toda bendición, que te complaces
en la piedad sincera de tus fieles; te pedimos que atiendas a los deseos de
tus servidores y bendigas esta joya, regalada como signo tangible del
amor a María. Y esta cruz, signo de amor e instrumento redentor para
que su contemplación, en el pecho de tu madre nos ayude a configurarnos
con tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.»
Todos los presentes entonaron la Salve concluyendo el acto con la Bendición Final.
Os dejamos con una amplia galería de imágenes del emotivo acto celebrado en la Capilla de nuestros Titulares.