En la Iglesia católica, se llaman Reliquias a los restos de los santos después de su muerte. En un sentido más amplio, una reliquia constituye el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas. Las reliquias también designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o haber estado en contacto con él, considerados dignos de veneración.
Nuestra Hermandad posee y rinde culto a varias Reliquias.
La más importante, por su significado, es el Santo Lignum Crucis.
Además de este, veneramos las Reliquias del Santo Hermano Pedro San José de Betancur; los Beatos Mártires Franciscanos canonizados por Benedicto XVI; San Bernardo, San Benigno, San Francisco de Sales y Santo Domingo de Guzmán; y San Felipe Benizio.
Como curiosidad, una Espina de la Corona de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor, regalada en nuestro 450º Aniversario.
De todas ellas, la Hermandad posee su correspondiente Auténtica.
La Hermandad posee un juego de porta-relicarios que en determinadas ocasiones han figurado en la delantera del Paso de Palio de Nuestra Señora de la Soledad.