NHDª Estefanía Guerrero Marente (Cádiz, 1985), es desde el pasado 17 de septiembre, nueva miembro de la Junta de Gobierno de esta Muy Ilustre Hermandad. Se convirtió, sin saberlo, en la primera mujer que ocupa cargo de Gobierno en la Cofradía, lo que realmente debería verse como un hecho natural dado los tiempos que corren. Quizás no haya sido como esas otras hermanas de las que podríamos llamar «primeras espadas» con un amplio historial en la idiosincrasia de la corporación, pero su cariño y amor a la Vera+Cruz la llevó a quererla a su mejor manera y por ello no faltar nunca a ese día grande para los que sentimos la Vera+Cruz que es el revestirse con la túnica negra de cola, ceñir fuerte el esparto y elevar su Cirio al cuadril, aunque estos últimos años lo hacía con Vara de acompañamiento junto a la Bandera Penitencial. Atesora pues la experiencia del cariño a una Hermandad. Su Hermandad. Y esa es la mejor seña de identidad. Hemos podido charlar con ella. Y esto fue lo que nos dijo:
- ¿Cuál fue tu reacción al recibir la llamada del Hermano Mayor para proponerte formar parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad?
Mi reacción fue de sorpresa, ya que tras diversas colaboraciones con la Hermandad en sus diferentes ámbitos lo último que podría llegar a pensar, es que mis compañeros depositaran en mi persona la responsabilidad que conlleva pertenecer, nada más y nada menos, que a la Junta de Gobierno de “mi Hermandad de la Vera+Cruz”.
- ¿Tuviste dudas en algún momento?
Más que dudas, tuve el peso de la responsabilidad que conlleva pertenecer al órgano de Gobierno y estar a la altura de mis hermanos y mis compañeros.
- ¿Qué sentiste el día que Juraste el cargo?
Sobre todo orgullo tras tantos años perteneciendo a la nómina de hermanos y ver entre las filas de los bancos a familiares y amigos que me arroparon antes, durante y después del acto.
- ¿Cómo están siendo estos primeros meses como miembro de Junta de Gobierno?
Pues verás, nunca pensé la cantidad de campos de trabajo que alberga ésta Hermandad y el nivel de compromiso que ésta exige. Pero estoy plenamente satisfecha del grupo humano en la que he sido acogida.
- Hay una percepción bastante poco conocida sobre el trabajo que supone pertenecer a la Junta de Gobierno de una Hermandad, ¿esperabas este ritmo?
Siempre me enorgullecí del trabajo que realiza la Hermandad durante todo el año, pero nunca llegué a pensar la cantidad de esfuerzo que supone llevar a buen trámite todos los proyectos que se llevan a cabo. Por lo tanto, como hermana, me siento orgullosa y agradecida por el trabajo de las generaciones anteriores y presentes, ya que ahora lo estoy viviendo de primera mano.
- ¿Cómo te han recibido los compañeros de Junta?
La acogida ha sido excelente, sintiéndome en ocasiones un tanto mimada (risas).
- ¿Y los hermanos?
Generalmente bien, ya que he recibido innumerables muestras de cariño de todas aquellas personas que se me han acercado, conocidas y no tan conocidas.
- Has jurado el cargo como Vocal de Administración, ¿puedes contarnos en que desarrollas tu cometido?
Actualizar la base documental de la nómina de hermanos con el fin de ofrecer un servicio eficaz, entre otras cosas, el apoyo a las áreas de Secretaría y Tesorería de la corporación.
- ¿Cómo se lleva eso de ser la primera mujer en formar parte de la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad?
Como he comentado anteriormente es un orgullo, pero me gustaría puntualizar sobre ello. El hecho de ser mujer no debe influir en un trato preferente o discriminatorio, sino más bien ser una más entre mis compañeros. Nunca he querido pensar en ser la primera mujer en una Junta de Gobierno, sino aportar mi experiencia y saber en la Hermandad.
- ¿Cuándo comienza tu vida cofrade?
A los 5 años de la mano de mis primos Álvaro y Marian. Recuerdo con cariño llegar el primer año a la Casa de Hermandad, ubicada en la calle Veedor, y preguntarme Melquíades Brizuela si prefería salir de Federica o de Penitente. Al final no pudo ser lo primero pero sí lo hice de Penitente, con Cirio y en las primeras sesiones de Nuestra Señora de la Soledad.
- ¿Cómo vivías hasta ahora tu pertenencia a la Hermandad?
Debido a mi condición laboral no he podido vivirla tan intensamente como me hubiera gustado participando en algunos Cultos, aunque nunca falté a la Estación de Penitencia cada Lunes Santo.
- Esta Junta de Gobierno expirará allá por el verano de 2021, para entonces ¿qué esperas haber vivido o que te gustaría vivir?
Me gustaría vivir el comienzo del recientemente aprobado proyecto de nuevos bordados para el paso de palio de Nuestra Señora de La Soledad.
- Para finalizar, ¿algo que quieras decirle a los hermanos de la Vera+Cruz?
Me gustaría decirle a los hermanos que participen activamente en los actos de la Hermandad para seguir creciendo y formen parte de ésta gran familia.
- Y ahora responde brevemente:
Una calle: | San Pedro |
Una Marcha: | «Soledad», de D. Antonio Escobar Perera |
Día de la Semana Santa: | Lunes Santo |
Tu momento cofrade: | La entrada de la Hermandad desde el interior del Convento |
Estefanía Guerrero Marente es la alegría personificada. Siempre con una sonrisa en la boca, tiene justo esa palabra amable o incluso esa broma en el momento adecuado. Sabe escuchar por encima de todo y se deja asesorar en las posibles deficiencias que su reciente llegada a la Junta le puede ocasionar. Trabajadora de las de ponerse el «mono», que es lo que la vida en cierta medida también le ha enseñado. Cursó la Primaria en el extinto Colegio San Martín, al amparo de las Hijas de la Caridad, lo que ya de antemano le ha hecho tener grandes Maestras. Posteriormente, realizó la ESO y Bachillerato en el extinto también IES «Nuestra Señora del Rosario», a la vera de los agustinos y en la calle que desemboca justo al final donde moran nuestro Cristo y Nuestra Virgen, San Francisco. Técnico de Administración y Finanzas, obtenido mediante Grado Superior en el IES Cornelio Balbo. Viñera de «los callejones», es hija única. Siente pasión por su madre, que la acompañaba de pequeña a retirar su túnica y Control de Salida en la Casa de Hermandad. ¿Cómo anécdota? se sabía de un año para otro el número de su túnica. Ante ella, una nueva experiencia. Un nuevo reto aceptado con humildad pero desde la más absoluta convicción. Y es que todos somos hermanos. Todos formamos esta gran familia. Al menos de eso se trata y es lo que al final nos llevaremos. Aire fresco. Bienvenida Estefanía, estás en tu Casa.