Pocas cosas tan perfectas sobre la Tierra como una procesión de la Semana Santa. Desde la Cruz de Guía al paso de palio, no sobra ni falta nada. En estos días en que los hermanos se aprestan a obtener sus controles de salida, hay una pregunta que siempre está en el ambiente: ¿tú dónde vas este año?. Uno dirá que va con un farol en la Cruz de Guía. Otro hermano, con orgullo, responderá que va de acólito del Cristo. Alguno a la pregunta responderá que sale en la penitencia de la Virgen. También habrá quien conteste, «este año salgo cargando».
Pero hay algo que es un axioma incontestable, nadie se cambiaría por nadie, porque todos están orgullosos del lugar que ocupan en el cortejo. Esto que les cuento, es otra de las definiciones de nuestra Semana Santa: el inmenso orgullo que sentimos por el lugar que ocupamos, el día en que nuestra Hermandad se hace calle.