Soledad, 75 años de una historia de amor

Anoche, 12 de marzo, los hermanos de la Cofradía de la Vera+Cruz, en un marco difícil y convulso por las consecuencias de la Pandemia del COVID-19 (Coronavirus) que está latente a nivel mundial, nos congregamos en nuestra Capilla, en nuestro solar, donde no quisimos faltar a la cita de conmemorar los 75 años de la Bendición y Puesta al Culto de la actual Imagen de Nuestra Señora de La Soledad, coincidiendo en el día en que tuvo lugar este transcendental hecho.

Era un día grande. Era noche de arropar a una Madre que, casi sin darnos cuenta, ha ido cumpliendo años hasta convertirse ya en una abuela.

Pero Ella no siente el paso de los años. Es tanto el amor que le profesan sus hermanos, hijos, devotos y fieles que hacen de sus manos de luto y plata el mejor abrigo y amparo.

En el aire, el recuerdo a nuestros antecesores. Mariano Muñoz, Ramón Grosso, el Duque de Peñaranda, Álvaro Picardo… ayer todos asistieron emocionados con sus verdes túnicas ocupando el mejor banco de nuestra Capilla. Gracias por vuestro legado. Gracias por este hermoso regalo que se llama Soledad.

Y así, los bellos cantos del Ensemble “Stella Maris” dieron inicio a la Santa Misa de Acción de Gracias por estos 75 años de bendición. Celebró la misma el Rvdo. Pdre. D. Juan Enrique Sánchez Moreno, Pbro., Delegado Episcopal para las HH y CC de nuestra ciudad, concelebrando nuestro Director Espiritual, Fray Jesús España Delgado, ofm.

Estuvieron presentes también el Director del Secretariado Diocesano, D. Alfonso Caravaca de Coca, y el Presidente del Consejo Local de HH y CC, NHD Juan Carlos Jurado Barroso. También, por parte de la Confraternidad de HH y CC de la Vera+Cruz su Vice Presidente, D. David Florián Sanz.

Los Hermanos Mayores de nuestras Cofradías hermanas del Nazareno del Amor y Jesús Caído, D. Manuel Mota Gutiérrez  y D. Eugenio Ricote Gil, acompañando éste último del Hermano Mayor Honorario, D. Pedro Reynoso Román.

Leyó la Primera Lectura NHDª Mavi Grosso Mayol, hija del Mayordomo in aeternum de nuestra Hermandad, D. Ramón Grosso Portillo (q.e.p.d.), quien fuera uno de los adalides para que Nuestra Señora de la Soledad volviese a ser la Madre de la Vera+Cruz a primero de los años 40 del siglo pasado.

La Homilía puso de manifiesto la grandeza de María pese a su advocación de la Soledad, destacando además su importancia como Madre que Cristo nos dio.

Justo antes de la finalización de la Santa Misa y previo al canto de la Salve, el Hermano Mayor, NHD Emilio Bienvenido Pascual, en nombre de todos los hermanos leyó a viva voz la Consagración de Nuestra Señora de la Soledad como Mediadora de su Inmaculada Concepción.

Ya en la Sacristía, se procedió a entregar al Padre Juan Enrique de un recuerdo de este día, firmando posteriormente en el Libro de Oro de la Hermandad las representaciones que asistieron a la celebración.

75 años de amor a la Soledad. Encomendémonos a Ella para que, con el infinito auxilio de su gracia, siga bendiciendo a todos y cada uno de sus hijos los hermanos de esta Muy Ilustre Hermandad y Cofradía, y que por su intercesión pueda paliar la Pandemia que asola a la Población Mundial.

Gracias, Madre de la Soledad. Felicidades, Madre de la Vera+Cruz.

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