La historia de unos caireles… la emoción de unas hermanas

La pasada Solemnidad de La Purísima se celebró en nuestra sede Conventual la Santa Misa de Clausura de lo que ha sido el 75º Aniversario de la Bendición y Puesta al Culto de Nuestra Señora de La Soledad.

Al finalizar la misma y ya en nuestra Capilla, la Hermandad quiso tener un gesto con las hermanas Grosso –Refu, Mavi y Susi-, que son historia viva en primera persona de los avatares que sucedieron en la década de los 40 cuando su padre, D. Ramón Grosso, encargó a D. Sebastián Santos Rojas la talla de la Dolorosa (ver AQUÍ) y que pueden recordar en una Entrevista del Programa Cofrade “La Levantá” (ver AQUÍ).

En dicha entrevista, Refu y Mavi revivían los momentos de como su casa se convirtió en una prolongación de la Cofradía. En sus propias palabras “no sabíamos donde empezaba o acababa la Cofradía”.

Y recordaron con cariño como ellas mismas, entre otras compañeras, iba bordando el palio de La Virgen, especialmente los caireles de sus bambalinas.

Por todo ello, la Hermandad quiso tener ese detalle regalando a cada una de las hermanas un cuadro con una fotografía de la Dolorosa de su veneración el pasado 12 de marzo -fecha de sus “bodas” de platino- y una pequeña muestra de aquellos caireles que dieron forma sus manos.

Gracias eternas a la familia Grosso y que la Santísima Virgen siga intercediendo por todos en estos tiempos duros y difíciles.

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