Puntada sobre puntada

el indio trazó Tu cuerpo,

con el papel extraído

de todos los árboles muertos.

 

Silencio que nos abrasa

cuán huracán salobreño.

Torrente de mar caído

sobre los sillares nuestros.

 

Fuego venido de América,

revolución de una raza.

La Religión desplegada

que vuelve soñada a la Patria.

 

Te levantaron los indios

cosiendo de sus entrañas,

este paisaje que brota,

esta llanura suave

que forma Tu piel añosa.

 

Grises recorren Tu cuerpo,

rojos de sangre ignota.

Sueño desvanecido

bajo las lluvias remotas.

 

Cristo que adormecido

guardabas los sentimientos,

tantas veces arropados

bajo Tu Cruz y Tu aliento.

 

Llegas de nuevo a la vida,

a consolar a los nuestros.

Dejaste la sola cripta

cimentada por los muertos.

 

Ahora vives la vida

junto al solar cuatriséculo.

Y eres mar y eres brisa,

y eres playa y eres puerto.

Cristo Indiano,

para acoger a los nuestros.

 

  A Carlos, que tiene el privilegio de iluminar a María.

      Día de Reyes de 2019.

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