Por primera vez, el Lignum Crucis no se dio a besar

Ayer domingo, II de Cuaresma, la Hermandad volvió a celebrar su Solemne Función Principal de Instituto como indican nuestras Reglas.

Una celebración marcada como siempre por lo cuidado y exquisito de su liturgia, que engrandeció además la oratoria de NH el Rvdo. Pdre. D. David Gutiérrez Domínguez, Pbro., que nos acompañó durante estos seis días.

Como es habitual en este día, la Hermandad rinde culto a la Reliquia del Santo Lignum Crucis, que tradicionalmente al término de la celebración se da a besar a los fieles asistentes.

Este año, y siguiendo las indicaciones de nuestro Obispado a través de la Conferencia Episcopal Española, se suprimió este gesto por la crisis reinante y posibles contagios del Coronavirus (COVID-19), por lo que los fieles sólo recibieron la bendición final con la Reliquia del Santo Madero, obviando la posibilidad de ser besada como era la tónica habitual al término de esta celebración.

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