INAUGURACIÓN DEL AÑO JUBILAR Y APERTURA DE LA PUERTA SANTA

Hacía 24 lunes que habíamos salido a la calle, y por delante restan aún otros 27 lunes para volver a hacerlo. Pero nuestra Hermandad de la Vera-Cruz vivió ayer otro intenso lunes. En esta ocasión no hubo ruán negro y cirios al cuadril, no había pasos, tampoco sillas y palcos por las calles. Pero el de ayer fue otro lunes santo. La hermandad franciscana inauguró el Año Jubilar que la Santa Sede nos ha concedido con motivo del 450 aniversario de nuestra fundación. El primer Año Jubilar que se concede en la Diócesis de Cádiz y Ceuta en toda su historia.

La ciudad, por tanto, asistía a algo novedoso: la inauguración del Año Jubilar, por medio de la apertura de la denominada Puerta Santa en el Convento franciscano. Antes de eso, la Cofradía asistía a la función de la Exaltación de la Cruz que se celebró en la Catedral y que presidió el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo, D. Rafael Zornoza Boy (que luego no participaría del acto de San Francisco, delegando en el Rvdo. Pdre. D. Rubén Jesús Virués Gómez, Pbro., por ser hermano de nuestra Cofradía), concelebrada por el Cabildo catedralicio. Al inicio del Pontifical, el Prelado entregó a Fray José Luis Salido Mateos, ofm, en representación de la Comunidad franciscana, el Decretum de la Santa Sede, entregándoselo posteriormente al Secretario de la Hermandad, NHD Juan Manuel Marrero Domínguez, que dio pública lectura del mismo. La parte musical estuvo a cargo del Tenor, NHD Álvaro Bernal Díaz, acompañado al órgano por NHD José Manuel Caramés Agrafojo.

Y tras la ceremonia, una ejemplar procesión con la Reliquia del Lignum Crucis (que estrenaba relicario) se dirigió hacia la plaza del Cristo de la Vera-Cruz. Arropándonos, las queridas Hermandades del Nazareno del Amor y Jesús Caído. Alrededor de un centenar de hermanos formaban el amplio cortejo. Trajes oscuros en lugar de túnicas de ruán, codales en vez de cirios verdes y la sola música del Trío de Capilla “Lignum Crucis”, de San Fernando [Cádiz], un tambor y el tenor y hermano de la Cofradía, D. Álvaro Bernal Díaz llenaron las calles de recogimiento.

El final de ese recorrido, una puerta. La de San Antonio del templo franciscano. La puerta santa del Año Jubilar de Vera-Cruz. Allí llegó el cortejo en torno a las diez menos cuarto de la noche, entre cohetes de color verde que tiraban desde una azotea cercana.

Y tras realizar la ceremonia pertinente para esta conmemoración y rociar con agua bendita a los asistentes, se abría finalmente esa puerta que volverá a cerrarse (simbólicamente) el 4 de octubre de 2016.

Músicos de Polillas interpretaban “Triunfal” desde la azotea del templo mientras iba entrando la comitiva.

La noche santa, también lunes (cosas del calendario), terminó con todos los hermanos en el interior del templo, presidido por un espectacular altar con los titulares y con la imagen de San Francisco de Asís, recibiendo la bendición con el Lignum Crucis, a los sones del Himno Nacional y una lluvia de pétalos de rosas.

Compartir