Eucaristía en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Palma

El viernes día 29 de julio, a las 20:00 horas, celebramos la eucaristía en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Palma junto a las Hermandades del Lunes Santo, la Hermandad de Madre del Buen Pastor y la Archicofradía de María Auxiliadora, con motivo de la Coronación Canónica de la bendita imagen de Nuestra Señora de las Penas el próximo 14 de agosto.
 
 
A la finalización de la Eucaristía, oficiada por el Rvdo. Padre D. Juan Enrique Sánchez Moreno, Director Espiritual y Párroco de la de Nuestra Señora de la Palma y Delegado Episcopal para HH. y CC., el Hermano Mayor, D. Francisco Javier Lucero, dirigió unas cariñosas palabras a las Corporaciones asistentes poniendo de manifiesto el interés de Junta de Gobierno en mantener un momento íntimo de convivencia con todas las Hermandades en torno a la Mesa Eucaristíca, entregando un cuadro de recuerdo a cada Hermandad.
 
Seguidamente, nuestro H.M. D. Emilio Bienvenido Pascual, dirigió unas palabras de agradecimiento por la invitación y la eucaristía vivida, poniendo de manifiesto el cariz franciscano que se respiraba en la iglesia viñera ya que todas las Hermandaes participantes (a excepción de la Archicofradía de Maria Auxiliadora), llevamos en nuestros títulos el Carisma del Padre Francisco de Asís.
 
 
A continuación felicitó a la Junta de Gobierno por las misiones organizadas en los años previos a la coronación y la obra de Caridad con los vecinos del barrio rehabilitando algunos cuartos de baños a los más necesitados. Por último se despidió, deseando que el día 14 de agosto se viva una jornada grande, en toda la ciudad.
 
Después de las disertaciones de los Hermanos Mayores de las Hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor y Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, se le hizo un regalo conjunto para la Virgen de las Penas, consistente en un broche de  un broche de oro con diamantes y perlas.
 
Elevemos nuestras oraciones para que los frutos de esta coronación sean grande y múltiples y los hermanos “palmeros” gocen de dichos frutos.
 
 
 
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