Crónica-Resumen del Lunes Santo 2021

…y pese a todo. Amaneció un nuevo Lunes Santo.

Con un levante atroz, los hermanos de la Vera+Cruz volvimos a vivir un nuevo Lunes Santo. Distinto al infausto 2020 donde por la incipiencia de la Pandemia que entonces estaba en todo su “esplendor”, la ciudadanía española se encontraba confinada en su casa. Fue la Semana Santa de los vídeos, de la tecnología, de las RRSS, de los mensajes de WhatsApp… De enviar esa foto certera o esa cita ilusionante con la que decir al hermano que, pese a todo, la Hermandad estaba como siempre a su lado. Se hizo mucho y bien. Pero las Hermandades necesitamos del contacto de los hermanos. De vernos, de hablarnos, de emocionarnos…

Necesitábamos un Lunes Santo donde darnos un (no) abrazo o un (no) beso. Necesitábamos sentir ese cosquilleo único que siempre aparece la mañana de Lunes Santo. Necesitábamos reunirnos (con distancias), sonreírnos (con mascarillas), saludarnos (con el codo)… Y sobre todo, necesitábamos estar en San Francisco junto a nuestro Cristo y nuestra Virgen.

Es digno mencionar, como siempre, el trabajo de la Mayordomía de la Hermandad. Apelando a la responsabilidad y siguiendo las directrices sanitarias, nos regaló un maravilloso Altar donde Nuestra Señora de la Soledad se entronizaba sobre el antiguo canasto del Paso del Santísimo Cristo. La Virgen volvía a subir a ese gólgota de rosas rojas y lirios más de 40 años después. Exquisitamente presentada a los pies de su hijo de la Vera+Cruz, pendiente del santo madero entre las maderas también santas,  artesonadas y polícromas de Gonzalo de Pomar. 

Se abrieron las puertas conventuales, y desde entonces fue un trasiego de hermanos, fieles y devotos. Una oración, una ofrenda, una flor, un velón, una plegaria… “Feliz Lunes Santo”, “Ojalá todo pase pronto para verlos en la calle”, “Emociona verlos así”

Y si una Hermandad puede contar una historia de amor de hace más de 450 años, es porque siempre ha habido quienes han estado al abrigo de la Cruz. Y eso mismo hizo la fiel Infancia Crucera. En un sencillo pero emotivo acto, ofrecieron unas peticiones y regalaron flores a sus Titulares, para culminar entonando el Himno de la Hermandad. Todos al Pie de la Cruz. Como ayer, como hoy y como mañana.

Como siempre también, recibimos las visitas institucionales del Excmo. Ayuntamiento en las personas de su Alcalde, D. José Mª. González, y Concejala de Cultura, Dña. Lola Cazalilla. El Consejo Local de HH y CC y Pregonero de la Semana Santa de Cádiz, D. Iván Roa. Una Delegación de Populares con su cabeza visible, Dña. Ana Mestre, junto a históricos del Pleno gaditano como la Ex Alcaldesa Dña. Teófila Martínez o la Ex Edil Mercedes Colombo, junto a los actuales Juancho Ortiz, Carmen Sánchez o Pablo Chaves.

Por la tarde continuó el goteo de fieles y devotos, con la presencia también del Maestro Forero, Director de la Banda Municipal de Chiclana, hasta que a las 20 horas dio comienzo nuestra particular Estación de Penitencia. 

Este año todos juntos como si sólo faltaran las túnicas de cola y los espartos. No hubo reparto de cirios, ni charla del Capataz, ni infantes preparando sus canastos de cruces, estampas y caramelos, ni acólitos prendiendo el carbón del incensario, ni pies descalzos sobre el frío suelo conventual. No chirriaron los goznes de las puertas ni se repartieron velas de penitencia. Porque en ese momento la Hermandad fue sólo una. Todos los hermanos juntos en un mismo espíritu. En una misma forma de ser. En un mismo sentir… #SoyDeLaVeraCruz

En una Iglesia en penumbra, las notas del oboe, el clarinete y el fagot de la Capilla Musical “Lignum Crucis” marcaban el inicio del acto penitencial. Bajo palio, el Santísimo recorría las naves franciscanas antes de ser colocado en la Custodia sobre la mesa del Altar. Nuestro Director Espiritual, Fray Jesús España, y NH el Rvdo. Pdre. D. Rubén J. Virués Gómez, nos adentraron en los misterios de la Pasión a través del Pieadoso Ejercicio de Las Cinco Llagas y la lectura y meditación posterior del Pasaje Evangélico de la crucifixión. 

El Hermano Mayor, en representación también de todos los hermanos, realizó la Pública Protestación de Fe antes de culminar el acto a los sones nuevamente del Himno de la Hermandad.

Un Lunes Santo distinto. Un Lunes Santo espiritual pero en donde los hermanos de la Vera+Cruz volvimos a demostrar un amor sin medida hacia nuestros queridísimos Titulares. Sólo queda seguir rezando por los que sufren, han sufrido o tristemente marcharon. Sólo queda pensar en que pronto pase toda esta Pandemia. Sólo queda animar a quienes se desviven por nosotros día a día. Fue distinto pero fue igual. Fue un Lunes Santo para el recuerdo del alma. No hubo cansancio físico ni falta que hizo. La Vera+Cruz no se hizo calle porque la calle fue a verla a San Francisco. Porque allí estaban todos, hasta los que no pudieron estar.

Y llegará el día. Y volveremos a poner la Cruz de Guía en la calle para que de nuevo, como ayer, como hoy y como siempre, el río verde y negro vuelva a inundar las calles de Cádiz de Vera+Cruz y Soledad. 

Así lo creemos. Así lo esperamos. Y así lo deseamos.

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