Me es sumamente grato escribir unas líneas sobre la vida y la obra de nuestro ilustre paisano. El próximo 8 de enero, cumplirá ochenta años y es bueno que el cofradismo gaditano rinda justo homenaje al que es, sin duda, el más grande compositor que tiene la Semana Santa gaditana.

De familia de músicos, ya desde pequeño, sentía la llamada de los acordes, y con sólo siete años, se encaramaba al piano de “Casa Diego Ramírez”, en la Calle Columela, y sus manos empezaban a soñar con ser vehículo para crear la música.

En la vida de Don Antonio tiene especial influencia, la figura de su tío Don Eduardo Escobar de Rivas. Ilustre músico, fue amigo de Falla y le enseñó el mundo apasionante de la banda de música.

El Maestro Escobar, se mira en Falla y en Beethoven. Son los dos pilares de sus gustos musicales: Hay un Falla para la emoción concreta de salitre y mar en calma de la Caleta, y un Beethoven que universaliza sus notas.

A los dieciséis años, y por oposición, ya era oboe segundo en la Banda Municipal de Cádiz. Ya luego pasó a ser saxofón soprano.

Abiertos los ojos a todo lo musical, fue por los años cuarenta, tenor segundo en la Masa Coral Gaditana que dirigiera el prestigioso Camilo Gálvez.

Subdirector del Coro de San Francisco, y organista titular de San Lorenzo durante cuarenta años.

De tal manera que Don Antonio no ha dicho que no nunca a la llamada de la Música. Ha caminado junto a ella. Yo diría, que siguiendo la escondida senda de los sabios de que hablaba Fray Luis de León.

De una versatilidad asombrosa, el Maestro Escobar, ha compuesto para orquestas de cámara, lo mimos que para coros de carnaval.

Quizá, capitulo aparte, merezca su paso por el mundo del carnaval gaditano. En su currículo se cuentan cinco primeros premios consecutivos. Eran los finales 70, y el coro gaditano empezaba a resurgir. Nuestro compositor mientras escribe tangos inolvidables, les enseña a cantar. Y desde entonces, en la opinión de los inteligentes, hay otra historia del coro en Cádiz…

Sus primeros éxitos musicales están en la Zarzuela y la opereta. Trabajó con el Cuadro Artístico de la General Gaditana de Fomento. De aquellos tiempos, la opereta “Siete feas y un millón”, con libreto y decorados de Rafael Parodi.

No puedo olvidar tampoco en esta rápida acuarela, su labor docente, dada en ese despacho entrañable, plagado de recuerdos, de la Plaza del Falla. Innumerables gaditanos han recibido su enseñanza, entre los que cabría destacar a Felipe Campuzano.

Para Papini, en boca de HAENDEL, en su GIUDIZIO UNIVERSALE las siguientes palabras: “la música, único idioma para responder, para hablar a Dios”. Y en ese momento estelar de la vida cofradiera, cuando el sentimiento y la FE, se hacen CALLE, la MÚSICA de la SEMANA SANTA es COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE con Dios. El misterio de estos días, no puede entenderse sin la participación de los MÚSICOS. Ellos hacen que la Semana Santa sea “como a los COFRADES NOS GUSTA QUE SEA”, en acertadísimas palabras de JUAN DELGADO ALBA.

La producción de MARCHAS PROCESIONALES del MAESTRO ESCOBAR ES INNUMERABLE. Desde su primera “AUXILIUM CRISTIANORUM” de profunda devoción salesiana, pasando por “María del Buen Fin”, “Cristo de la Paz”, “Jesús Caído”, “Santo Entierro”, “María de las Penas”, etc.

Hermano muy antiguo de la decana VERA-CRUZ, tiene una gran producción para esta Cofradía en lo que no poco tiene que ver, mi buen amigo Juan Manuel Marrero Duarte. Desde la “MISA de la VERA-CRUZ”, pasando por los motetes para Capilla Musical, la marcha “CRUZ-VERA”…

Especial composición es la marcha “SOLEDAD”, que es para Don Antonio la más querida de sus composiciones.

El Maestro Escobar se halla en plena actitud creadora. Con muchas ganas de trabajar.

Cree más en el trabajo sobre la mesa, que en la inspiración. La inspiración, hay que buscarla, ¡sin duda!

Podíamos enumerar, muchas composiciones del Maestro. Desde una “Misa a la Patrona de Cádiz”, incontables marchas e himnos, jalean su vida de compositor.

Ahora quiere homenajearse su vida de creador para la SEMANA SANTA. Es un acierto este empeño del cofradismo gaditano.

Desde luego, podemos, cuando sentimos próxima una NUEVA SEMANA SANTA, decir con Papini, que Don Antonio con su MÚSICA, “despertó en el corazón de los hombres, los acordes y los recuerdos del Paraíso”.

En Cádiz a 2–XII–97

NHD Miguel Ángel Morgado Conde

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